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Embarking on Your Lenten Journey

Tuesday, February 13, 2018

It’s that time of year again – an intense time for almsgiving, fasting, and prayer.

As Catholics, we follow Jesus into the desert to listen to God’s call, with the honest intention to respond to his abundant love for us. During Lent, we hope to increase our holiness and revolutionize our lives to be better disciples of Christ.

As we embark into the Lenten season, Bishop Tamayo reminds us, “On Ash Wednesday, we enter into the sacred Season of Lent. Our loving God calls us to spend time each day with Him in quiet prayer. May the 40 days of lent provide us this rich opportunity to grow in the awareness of self and the conviction of living faithfully our vocation.”

Every year it is important that we actively participate in the opportunity to grow closer to God and gain a more in-depth understanding of our faith, which is built on the life and death of our Lord and Savior, Jesus Christ. In order to have a full Lenten experience we’re called to unity through Catholic practices so that we may partake in being one body in Christ.

Catholic Regulations for Lent

Ash Wednesday (February 14) and Good Friday (March 30) are days of fasting and abstinence, and all Fridays of Lent are days of abstinence.

Abstinence — requires all Catholics who have reached their 14th birthday to abstain from eating meat on Ash Wednesday, Good Friday and on all Fridays during Lent (Code of Canon Law §1252). Meat is considered to be the flesh and organs of mammals and fowl. Salt and freshwater fish as well as shell fish are permitted; as well as products derived from animals such as dairy products and eggs.

Fasting — requires that a Catholic from the 18th birthday to the beginning of their 60th birthday reduce the amount of food eaten normally. The Church defines this as one meatless meal a day, and two smaller meatless meals which if added together would not exceed the main meal in quantity. Eating between meals is not permitted, but liquids, including milk and fruit juices, are allowed.

Dispensations — Besides those outside the age limits, those of unsound mind, the sick, the frail, pregnant or nursing women according to the need for meat or nourishment, manual laborers according to need, guests at a meal who cannot excuse themselves without giving great offense or causing enmity and other situations of moral or physical impossibility to observe the penitential discipline.

Furthermore, we are all encouraged to observe other penitential practices during Lent. The time of Lent offers three personal challenges:

1. Almsgiving — generously giving to those in need. By doing things to help others, such as offering an extra donation to the poor or helping those in need by providing food or clothing.

2. Fasting — practicing self-discipline and self-denial. By giving up things you hunger after, such as sweets or alcohol; or activities you desire, such as vacations, concerts, or movies.

3. Prayer — reading, hearing and reflecting on the Word of God. By adding to our normal routine, such as going to daily Mass, praying the Stations of the Cross and going to Confession.

Lastly, Bishop James Tamayo encourages everyone to mark their calendars ahead of time for a special mass upon completion of the Lenten season: “I invite everyone in the diocese to join me and all priests, diocesan and religious, as we renew our priestly service at the Annual Chrism Mass which will be celebrated on Tuesday, March 27th at 7:00 pm at San Agustin Cathedral. Everyone is welcome to attend!”

Please frequent the Diocese of Laredo website blog to read updates on Lent throughout the 40-day journey. May God bless each of you as you strengthen your personal relationship with Jesus Christ. We pray that this year's Lenten season may be fruitful for all who partake. May God’s Will be done!

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Es esa época del año otra vez: un tiempo intenso para la limosna, el ayuno y la oración.

Como católicos, seguimos a Jesús al desierto para escuchar el llamado de Dios, con la sincera intención de responder a su abundante amor por nosotros. Durante la Cuaresma, esperamos aumentar nuestra santidad y revolucionar nuestras vidas para ser mejores discípulos de Cristo.

Al embarcarnos en la temporada de la Cuaresma, el Obispo Jaime Tamayo nos recuerda: "El 14 de febrero del 2018, miércoles de Ceniza, entramos en el tiempo sagrada de la Cuaresma. Nuestro Dios amoroso nos llama a pasar tiempo con Él a diario en silenciosa oración. Que los 40 días de Cuaresma nos brinden la oportunidad de conocernos mejores y crecer en la convicción de vivir fielmente nuestra vocación".

Cada año es importante que participemos activamente en la oportunidad de acercarnos a Dios y obtener una comprensión más profunda de nuestra fe que se basa en la vida y la muerte de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Para tener una experiencia plena de Cuaresma, estamos llamados a la unidad a través de prácticas católicos para que podamos participar en ser un solo cuerpo en Cristo.

Regulaciones para la Cuaresma

El miércoles de Ceniza (14 de febrero) y el viernes Santo (30 de marzo) son días de ayuno y abstinencia, y todos los viernes de Cuaresma son días de abstinencia.

Abstinencia — requiere que todos los católicos que hayan cumplido sus 14 años de edad abstengan de comer carne el miércoles de Ceniza, el viernes Santo y todos los viernes de la Cuaresma (Código de Derecho Canónico §1252). Se considera carne aquella la de los mamíferos y aves. Pescados de mar o de agua dulce al igual que otros mariscos están permitidos; también están permitidos productos derivados de animales como productos lácteos o huevos.

Ayuno — requiere que todos los católicos desde la edad de 18 años hasta el comienzo de la edad de 60 reduzca la cantidad de comida consumida normalmente. La Iglesia define esto como una comida sin carne al día, y dos comidas sin carne más pequeñas que juntas no excedan la comida principal en cantidad.  Comer entre comidas no está permitidas, pero líquidos, incluyendo leche y jugos naturales, están permitidos. 

Dispensas — Además de los límites de edad, aquellos de facultades mentales perturbadas, los enfermos, los frágiles, mujeres embarazadas o madres nodrizas según la necesidad de carne o nutrición, labradores manuales según la necesidad, huéspedes a una comida en la cual no podrían excusarse sin causar gran ofensa ni causando enemistad y otras situaciones de imposibilidades morales o físicas a observar la disciplina penitencial.

Además, los fieles están animados a observar otras prácticas penitenciales durante la Cuaresma. El tiempo de Cuaresma ofrece tres retos personales:

1. Dar limosna —  generosamente dando a los más necesitados. Haciendo cosas para ayudar a los otros, como ofrecer una donación adicional, ropa o comida a los pobres.

2. Ayuno—practicando disciplina personal y abnegación. Abandonando cosas que deseamos como dulces o alcohol; o actividades que deseamos, como vacaciones, conciertos, películas. 

3. Oración—leyendo, escuchando y reflexionando en la Palabra de Dios. Añadiendo a nuestra rutina normal, como ir a la Misa diaria, meditando La Vía Crucis y confesándose.

Por último, el Obispo Jaime Tamayo alienta a todos a marcar sus calendarios con anticipación para una misa especial al finalizar el tiempo de Cuaresma: "Invito a todos en la diócesis a unirse a mí ya todos los sacerdotes, diocesanos y religiosos, mientras renovamos nuestro servicio sacerdotal en la Misa Anual de Crisma que se celebrará el martes, 27 de marzo a las 7:00 p.m. en la Catedral de San Agustín. ¡Todos son bienvenidos a asistir!"

Por favor visite el blog del sitio web de la Diócesis de Laredo para leer las actualizaciones de la Cuaresma durante el viaje de 40 días. Que Dios nos bendiga a cada uno de nosotros mientras fortalecemos nuestras relaciones personales con Jesucristo y nuestros hermanos y hermanas. Oramos para que la temporada cuaresmal de este año sea fructífera para todos los que participan. ¡Que se haga la voluntad de Dios!